En nuestra sociedad actual la imagen es algo fundamental y es bueno cuidarse, arreglarse, hacer ejercicio, tener una buena alimentación, pero tal vez el tema de la celulitis en algunos casos se esté mirando de forma muy superficial.
La celulitis afecta a muchas mujeres, los cambios hormonales, la herencia genética, la alimentación y los malos hábitos como el fumar y el alcohol agravan la situación.
Esos bultitos poco agraciados que se ponen en nuestras caderas, que provocan un vaivén cuando andamos o que nos impiden ponernos la ropa que nos gusta, afecta a nuestra circulación, en consecuencia, sentimos más cansancio, desgana para hacer ejercicio, pinchazos repentinos y pesadez en nuestras piernas.
Una buena dieta es fundamental, aunque pronto nos daremos cuenta de que no es suficiente para combatir la celulitis, necesitaremos la ayuda de cremas, masajes y aparatos que la eliminen, seguro que conocemos a alguien delgado que tiene celulitis en su abdomen o su caderas.
Pero no sólo existe esta celulitis que es muy evidente, aquellas personas con músculos tonificados y aparentemente fuera de la compañía de estos bultitos de grasa, pueden padecerla, si tenemos problemas de “piernas cansadas” y a plena vista no parece que tengamos celulitis, podemos hacer la prueba de la “pinza” si en unos segundos nuestra piel empieza a tomar un tono naranja, tenemos la prueba de que nuestro problema puede deberse a la celulitis.
Hay veces que vemos a mujeres, sobretodo mayores, con las piernas varicosas, hinchadas, con bultos, que les resulta muy difícil su movilidad, es necesario tomar consciencia de que es como una enfermedad que va haciendo su camino y que es bueno tenerla a raya.
Tenemos que ver más allá de lo estético, saber que nos perjudica. Podemos tener una bonita figura y padecer «celulitis» sin darnos cuenta o no darle la importancia que tiene.