Cada día  llegan a nuestro centro pacientes que han empezado a sentir una molestia o dolor localizado de forma repentina que va aumentando en intensidad al pasar las horas tras haber realizado una tarea repetitiva o haber mantenido una determinada posición (generalmente inadecuada) durante un tiempo prolongado.

Se trata, en la mayoría de estas ocasiones, de sobrecargas musculares que además de dolor pueden producir pesadez en los músculos afectados, así como pueden provocar molestias en articulaciones cercanas y falta de movilidad.

Para disminuir la intensidad del dolor inicial y evitar que se intensifique recomendamos aplicar calor sin prolongar la exposición al mismo mas de 15-20 minutos y realizar estiramientos muy suaves y de forma lenta del grupo muscular afectado.

Cualquier músculo es susceptible de sufrir sobrecargas y es importante acudir a un fisioterapeuta al inicio de comenzar a sentir estos síntomas para que pueda explorar, valorar la causa origen del dolor y tratarlo de forma precoz con las técnicas adecuadas; ya que si esta lesión se ve mantenida en el tiempo puede dar lugar a la aparición de otras lesiones: fasciales, tendinosas, articulares, etc., llegando a darse roturas o desgarros musculares e incluso fracturas por sobrecarga.

Para prevenir estas sobrecargas es importante que conozcamos cómo debemos calentar la zona que vamos a trabajar (tanto para practicar un deporte como para otras actividades) y realizar estiramientos musculares globales y analíticos de forma habitual, que  nos permitan mantener nuestros músculos en las mejores condiciones de elasticidad.